Durante las transmisiones de Monday Night RAW a través de USA Network, el equipo de The Bloodline llevó a cabo una emboscada contra las superestrellas de la empresa en backstage.
En los primeros instantes del episodio en Des Moines, Iowa, Roman Reigns protagonizó un mensaje pregrabado para el elenco de de RAW. El campeón universal unificado ordenó a sus compañeros de The Bloodline "demostrar quién es el hombre que domina WWE". Rápidamente, observamos a Sami Zayn, The Usos y Solo Sikoa en varios ataques contra superestrellas de la marca roja.
Nombres como Mustafa Ali, Elias, Cedric Alexander y Dolph Ziggler cayeron esta noche en manos de The Bloodline. Momentos más tarde, y después de una victoria por equipos, The O.C. sufrieron un altercado físico por cortesía de los compañeros de Roman Reigns. Esta vez sin Solo Sikoa, el trío tomó el micrófono y prometió que lo ocurrido esta noche es solo una prueba de lo que ocurrirá el 30 de diciembre en SmackDown a John Cena y Kevin Owens.
Adam Pearce salió al ring acompañado de varios productores del programa. Todos ellos escoltaron a Sami Zayn y The Usos fuera del ring, pero un furioso AJ Styles decidió seguir el ataque sobre "The Honorary UCE". Las tensiones se resolvieron en un enfrentamiento individual más adelante esa noche.
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