Por qué DX fue mejor que nWo, según Billy Gunn

Quien estuviese a favor de WWE durante las Monday Night Wars escogerá seguramente a D-Generation X, y quien fuese partidario de WCW se quedará con la New World Order. 

Pero dejando a un lado sectarismos absurdos, mejor quedémonos con ambas, porque durante la última era dorada de la lucha libre en EEUU fueron las facciones por excelencia que impulsaron a esta disciplina a cotas de popularidad nunca antes igualadas no sólo sobre suelo estadounidense, pues su repercusión traspasó fronteras. 

Un enfrentamiento que sólo pudo escenificarse, ante la falta de un «crossover», durante el combate que disputaron Sting y Triple H en WrestleMania 31, cuando DX y nWo, con sus miembros ya sin edad para mucha rebeldía, respaldaron a The Icon (pese a que este siempre fue acérrimo enemigo de la facción liderada por Hulk Hogan) y The Game. 

Por supuesto, con victoria final de WWE, para oprobio de los nostálgicos de WCW. 

Billy Gunn, uno de los integrantes de aquellos degenerados, repasó su trayectoria bajo reciente entrevista concedida a Sports Illustrated, y allí hizo esta reflexión acerca del éxito de DX y nWo, así como el motivo, a su juicio, de que la primera luciera más consistente. 

No quiero decir que no pueda haber otra DX, porque cualquier cosa puede pasar en la industria de la lucha libre, pero necesitaría darse una dinámica especial. Sólo éramos cinco, nunca se diluyó. 

La nWo se fastidió a sí misma dejando entrar a todo el mundo. Creo que hubo como 350 miembros, ¿no? Había cinco miembros de DX, todos conectábamos y sabíamos nuestra posición. 

Trabajamos juntos para hacer algo especial, y sabíamos cómo motivarnos unos a los otros para que funcionara.

Algo casi demasiado bonito para ser cierto. Mira cómo sucedió. Shawn [Michaels] salió. Hunter necesitaba a otros tipos. 

Se suponía que Road Dogg y yo nunca íbamos a unirnos, pero entonces nos unimos y conectamos. Luego estaba Chyna, en su propia liga. 

Todo cuajó, todo fluyó. Miremos el panorama. Tenías a Steve Austin y Vince McMahon, que estaba candentes. Tenías a The Rock, Undertaker. Era una época muy especial.