Otro motivo por el que las luchadoras de WWE se muestran reticentes a trabajar con Charlotte Flair

Eric Bischoff dijo este pasado verano que Vince McMahon parecía querer alimentar a AEW de estrellas procedentes de su empresa. 

Y aunque Charlotte Flair es uno de los talentos más puramente «made in WWE» de los últimos años, recientes acontecimientos hacen que la vía de un cambio de aires no luzca ahora tan improbable. 

Y al fichaje de Andrade, la posibilidad de que Ric Flair se una al mexicano y una carencia ya de nuevos retos, luego de 15 ostentaciones individuales o un estelar de WrestleMania, debemos sumar quizás un nuevo acicate: cierto malestar por parte de WWE y sus compañeras de vestidor hacia ella. 

Porque su reciente incidente con Becky Lynch y Sonya Deville tras bambalinas de SmackDown destapó lo que se dice supone un importante problema de ego de «The Queen», con la que nadie querría trabajar por tal factor, asegurando varias fuentes que la gladiadora se ha aislado del resto de Superestrellas. 

Tema que por supuesto fue objeto de análisis en el boletín del Wrestling Observer de esta semana, donde Dave Meltzer hizo una interesante revelación. 

Desde hace tiempo hay descontento entre Flair y muchas, si no la mayoría, de las luchadoras del elenco por pequeñas cosas y algunas cosas que tienen que ver con la estructura de los combates. 

Una de las quejas es que Flair quiere ser ruda, y es ruda, pero hace movimientos de técnica durante los combates, especialmente esas zambullidas o los ‘moonsaults’ fuera del ring.