Damian Priest: Viví en la calle, ahora soy campeón en WWE


La Superestrella WWE, Damian Priest quien hace poco cumplió 39 años de edad, estuvo recientemente en un video podcast con el comediante puertorriqueño Chente Ydrach y su compañero de fórmula, Val Torres, para promocionar el WWE SuperShow del pasado 2 de octubre en San Juan, Puerto Rico, en donde defendió el Campeonato de los Estados Unidos en el evento estelar derrotando a Sami Zayn. Priest lleva ya más de 43 días como campeón.

Allí, Priest habló acerca de sus difíciles inicios en la lucha libre profesional, pues para llegar a ser luchador a tiempo completo tuvo que trabajar en clubs nocturnos e incluso llegar a vivir y dormir en la calle por varios meses. También habló acerca del interés que en su momento llegó a tener de pelear en MMA.

Tengo un pasado en karate Gōjū-ryū japonés, conozco de MMA y me veía peleando en MMA, pero UFC estaba en su infancia, era el UFC 3 y en ese tiempo la mayoría de los estados no lo permitía. Era ilegal. Era como pornografía, buscabas quien te vendiera los videos y los comprabas pero no le decías a nadie [Risas].

A mí me encantaba. Consideré pelear en las MMA, yo pensaba que iba a ser peleador de MMA, pero no vi que tuviera futuro ese deporte. A mi papá le tocó cerrar su escuela de karate en el Bronx, en New York, porque no hacía dinero siendo instructor de karate y yo dejé de preocuparme por las MMA, aunque todavía practico.

Pero me vi en una encrucijada, no sabía qué iba a hacer en mi vida hasta que un amigo de la secundaria me dijo: ‘Oye, nos la pasamos hablando desde pequeños de lucha libre, ¿por qué no luchamos?’ Y yo le dije: ‘Ok, ¿pero qué hacemos? ¿Vamos a un show y decimos que queremos luchar?’ Y me dijo: ‘¡No! ¡Bobo! Tenemos que buscar una escuela y empezar a entrenar’. Y así lo hice, pagué y empecé a entrenar.

Fue un camino largo el mío hacia la lucha libre y no fue fácil. Para mí, si realmente quieres ser luchador en tu vida, tienes que intentarlo al cien por ciento. Yo estaba al cincuenta por ciento con la lucha libre y sufrí mucho muños años.

Yo viví en la calle por unos cuantos meses, porque no tenía dinero para nada, vivía en la calle, dormía en la calle, homeless. Y buscando cómo comer. Incluso teniendo trabajo, sufría, trataba de pagar renta, a veces ni sabía qué iba a comer el próximo día y como que dejé la lucha libre y empecé a trabajar en clubs nocturnos y gané dinero.

Yo trabajé como gorila (bouncer) y luego fue mánager de varios night clubs y strip clubs y yo estaba bien gordo, yo perdí como 72 kilos, pero casi dejé la lucha libre, yo no veía que tuviera futuro allí. Sin embargo, un día uno de los dueños de los night clubs me dijo que me iba a dar más trabajo y más dinero pero que tenía que dejar de hacer esa cosa de lucha libre que hacía los fines de semana. Así que no sé cómo, pero le dije: ‘No, mejor renuncio. Este es mi aviso de dos semanas’.

Aunque rápidamente dije: ‘¡Oh, mie***! ¿Qué hice?’ Pero ese fue el momento en el que me dediqué al cien por ciento a tratar de llegar a lograr mi sueño. Nadie va a trabajar por el sueño mío y ese era el problema, yo pensaba que todo el mundo me iba a ayudar y lo peor fue que todos me decían: ‘No te preocupes, con tu tamaño serás una gran estrella’. Eso fue lo peor que escuché, me dormí en los laureles y no trabajé por mis sueños.

Me metí de lleno y gracias a Dios que salió bien. Cambié mi vida a positivo, empecé a hacer ejercicio, y de hecho, fue la primera vez en mi vida en la que me metí a un gimnasio. Y eso fue en 2012, hace menos de 10 años. Eso no fue hace tiempo.

Yo empecé a entrenar lucha libre en 2004 y la idea de pelear en MMA era solo una idea para ese entonces, ese ya no era el sueño. El no tener hogar era mi vida normal en ese tiempo, así que solo estaba tratando de buscar una forma de comer y buscar un lugar en donde dormir.

No fue mucho tiempo, pero sí pasaron un par de meses en los que no tenía a dónde ir. Y después algunas amistades me ayudaron, me quedaba en casa de ellos unas semanas y así hasta que logré levantarme, encontrar un trabajo y rentar un apartamento, pero no fue fácil.

Cuando veo gente en la misma situación sé lo que se siente, yo sé lo que es tener hambre, y yo entiendo todo lo que ellos sienten desde la mañana hasta la noche. Pero si están en esa situación no por otros problemas sino porque estás buscando tu sueño, como yo lo estaba, yo tenía una razón, pues debes seguir positivo.

Yo soy el ejemplo, mírame, perdí un montón de peso, sufrí mucho y hoy estoy en una posición increíble, imagínate, luchando con Bad Bunny en WrestleMania. ¡Qué loquera! WTF! Presentándolo en un premio en los Billboards, ¿qué es eso?»

Hoy en día el mundo ha cambiado y estoy muy orgulloso del vestidor y todos los luchadores con los que trabajo. Desde los ejecutivos hasta los que trabajan en las cámaras o los que arman el ring. Todo ya es diferente. Y además de eso, me sorprendió mucho cuando llegué a WWE el lado del entretenimiento.

Ahora debía ser un actor, yo no sabía nada de eso, tirar patadas y puños claro que sí, pero hacer una promo y actuar. El micrófono es la parte más difícil para mí, todavía me cuesta y sigo trabajando. De hecho, me pongo más nervioso cuando tengo que hablar que luchar.

Pero he visto promos de The Rock que es uno de los mejores en el micrófono en la historia de WWE y de otros grandes al micrófono y trato de aprender mucho de ellos, de su forma de hablar, de su voz, de su carisma. 

Y tenemos un Performance Center en Orlando, allí tomé hasta clases de actuación y aprendí el estilo WWE.