Roman Reigns revela el momento en que quiso ser luchador



Roman Reigns comenzó su carrera luchística después de no poder jugar en la NFL pero, ¿cuándo exactamente supo que quería ser luchador?

Después de haber triunfado como jugador de fútbol americano en la escuela secundaria y la universidad, Roman Reigns fue seleccionado por los Vikingos de Minesota en el NFL Draft 2007.


Lamentablemente, no pudo cumplir su sueño de jugar en la liga más importante del mundo porque fue cortado cuando le fue diagnosticada la leucemia mieloide crónica que padece.


Posteriormente entró a los Jaguares de Jacksonville para una nueva oportunidad al más alto nivel pero el resultado fue el mismo. 


Entonces, en 2008, se unió a los Esquimales de Edmonton de la CFL, la competición canadiense; sin embargo, ese mismo año fue cortado también y se retiró del deporte. 


Un tiempo después, a mediados de 2010, inició su carrera como luchador profesional en la WWE


¿Cuándo quiso Roman Reigns ser luchador?


No pocas veces se ha contado esta historia pero ahora descubrimos un capítulo más. 


Y es que el mismo Campeón Universal contaba recientemente en el Pat McAfee Show que fue después de tener una conversación con The Usos, sus primos, cuando decidió que quería entrar a la industria luchística, siguiendo el linaje familiar de los Anoa’i.


Cuando estaba en el fútbol, ​​eso era todo lo que quería hacer. 


Mi familia es tan grande en el entretenimiento deportivo que no quería que esa fuera mi identidad


Quería poder crear mi propio camino y luego todo salió como salió. 


Cuando tomé la decisión, colgué las botas de tacos y cogí las de lucha…


Le dije a uno de los Usos, estábamos en el bar una noche -esto es cuando estaba trabajando para mi hermana y vendiendo muebles de oficina- estábamos tomando cervezas y él estaba en FCW (antiguo territorio de desarrollo de la WWE antes de NXT), le dije: ‘Creo que quiero luchar’


En voz baja, se rió y dijo: ‘¿Qué tienes para traer a la mesa? ¿Qué tienes de especial? ¿Qué crees que puedes hacer?’.


‘“Nunca había entrenado de verdad. Lo había visto crecer a él y a su hermano en el negocio. 


Fue un comentario muy acertado de su parte porque él sí estaba dentro, estaba en el fuego. 


A partir de ese momento, después de entender lo que me decía, comencé a perder peso y a ver que mi viejo yo regresaba.