WWE recibe una nueva demanda judicial relacionada a Arabia Saudí


Durante el 2018, WWE y el gobierno de Arabia Saudí firmaron un acuerdo de diez años para realizar eventos en vivo dentro del ya mencionado país. 

Shows de la talla de Super ShowDown, Greatest Royal Rumble y Crown Jewel demostraron que el estado árabe no ha escatimado a la hora de presentar combates con superestrellas reconocidas del pasado. 

Sin embargo, el tras bastidores de aquella alianza no ha dejado de generar varias polémicas alrededor de la empresa de wrestling.

Hace pocas horas, WWE volvió a protagonizar una demanda por malversación de información muy relacionada al acuerdo antes citado. 

El tribunal del estado de Delaware recibió hace pocas horas un caso presentado por Amer Dastgir, accionista de World Wrestling Entertainment, Inc. 

El demandante aclaró que los ejecutivos de la empresa brindaron información falsa respecto al acuerdo de transmisiones con MBC (Middle East Broadcasting Center). 

Dastgir señaló múltiples menciones de una renovación con OSN Sports, la rama deportiva que cerró todas sus transmisiones en 2018. 

La demanda se destaca por incluir directamente los nombres de Vince McMahon, Stephanie McMahon y Paul Levesque como acusados junto con otros ejecutivos de WWE. 

De acuerdo al documento legal, Vince vendió 3,5 millones de acciones por más de 280 millones de dólares sin declarar información sobre sus acuerdos en Arabia Saudí y las distintas situaciones de tensión dentro del país. 

Los otros acusados suman ganancias sobre los 30 millones de dólares bajo el mismo reclamo de malversación.

Cabe destacar que WWE todavía arrastra un caso judicial similar desde marzo del 2020. 

Varias firmas de negocios presentaron una demanda colectiva contra WWE por realizar "declaraciones falsas y engañosas y/ o no revelar información sobre los negocios y operaciones" dentro de Arabia Saudí. 

Aquel caso también cita los problemas de viaje que sufrió la empresa tras la finalización del evento Crown Jewel 2019, así como las salidas de los ex presidentes de WWE George Barrios y Michelle Wilson.