Finn Balor fue entrevistado recientemente por Al Arabiya English. Entre varios temas, como su pintura corporal y el origen del Demonio, destacó lo mucho que había cambiado al trabajar con WWE. Según indica el irlandés, antes de llegar a WWE luchaba para sí mismo, pero al ver el alcance de su personaje, siente que pelea para los fans.

"Obviamente, New Japan era algo en lo que volqué mi pasión. Estaba totalmente comprometido con ella y lo que creo es que lo estaba haciendo por mí y por nadie más. Estar en WWE, el término Universo WWE se oye bastante pero es algo real para mí. Cuando fui a Singapur había 20 niños pintados como el Demonio. Nunca había estado en Singapur antes. A donde quiera que vayamos, como Alemania, hay niños que se visten como tú, se pintan la cara como tú, se ponen tus camisetas. El alcance de WWE a través de la televisión, redes sociales y WWE Network, ese es el Universo WWE, todos los fans, es lo que me mueve ahora. Ejercer una influencia sobre esa gente, darles algo por lo que aplaudir. Antes, el wrestling era para mí pero ahora siento que lo practico por los fans y creo que es mucho más importante".

También habló sobre la primera vez que decidió pintarse el cuerpo y cómo su amigo Karl Anderson intentó que cambiara de idea. "Honestamente, la primera vez que apareció el Demonio ni lo llamaban demonio. Quería usar pintura y la primera vez que lo hice, se lo dije a mi mejor amigo Karl Anderson. Se lo expliqué y me dijo 'no lo hagas, todo el estadio se reirá de ti'. Obviamente, no pasó eso. Toda la cosa del Demonio fue diseñada para que la gente me odiara más, que me tuvieran miedo y me ha rebotado porque a la gente ahora le encanta".

Finalmente, habló del proceso de maquillaje. El ex-campeón Universal revela que nunca piensa de antemano el dibujo, ya que representa cómo se siente en el momento de pintar. "Pasa como con el arte. No puedes predecir qué vas a pintar por adelantado. Si voy a dibujar algo, no sé qué será el día antes. Es una interpretación de cómo me siento en ese momento y pienso en la cosa más guay que hay en mi mente en ese momento. Tengo un par de ideas aquí y allí, quizás haga esto, quizás haga lo otro, pero la decisión final no la tomo hasta las seis en punto cuando me siento y me pinto".