Terry Funk es una de las más respetadas figuras de la lucha mundial. Funk fue un reconocido luchador científico en su juventud, y ya maduro, conquistó a nuevos aficionados con el estilo hardcore, inyectando credibilidad a figuras como Mick Foley y a empresas como ECW y FMW.
Pero además, Funk es un ejemplo de lo difícil que es dejar la lucha libre profesional.
Su primer retiro fue hace 34 años, el 31 de agosto de 1983, en una función de All Japan en el Karamae Kokugikan. Esa vez, Terry y su hermano Dory Funk Jr.derrotaron a Stan Hansen y Terry Gordy. Sin embargo, un año después ambos firmaron con WWE.
El 11 de septiembre de 1997, promovió una función llamada WrestleFest, ayudado por ECW, donde se retiró perdiendo una lucha anteBret Hart.
El 6 de junio de 1999 se retiró en Ontario, Canadá, en el evento One Last Dance, de la AWF, derrotando aSabú.
El 29 de enero de 2005, en WrestleReunion, Terry Funk se retiró otra vez en una lucha en la que hizo pareja con su hermano, perdiendo ante los America’s Most Wanted (James Storm y Chris Harris), pero volvió meses después en luchas contra Dusty Rhodes y Sabú, además de hacer equipo con Mil Máscaras en Japón.
Después del One Night Stand de 2006, donde él, Tommy Dreamer y Beulah cayeron ante Mick Foley, Edge y Lita, volvió a retirarse.
El año pasado, Terry Funk fue programado en House of Hardcore, pero no pudo luchar. Más tarde dio un discurso de retiro.
Ahora, a los 73 años, Funk ha anunciado que volverá a luchar haciendo equipo con el Rock ‘N’ Roll Express (Robert Gibson y Ricky Morton) para enfrentar a Jerry “The King” Lawler, Brian Christopher y Doug Gilbert, para la empresa Big Time Wrestling. Serán dos luchas con la misma configuración el viernes 22 de septiembre, en la Dorton Arena, de Raleigh, Carolina del Norte, y el sábado 23, en el Memorial Auditorium de Spartanburg, Carolina del Sur.
En entrevista con Justin Barrasso, de Sports Illustrated, Funk declaró:
“Regreso a hacer lo que amo. Soy muy honesto al decir esto: no lo hago por dinero, no lo necesito.
“Mi padre estuvo en este negocio y lo amaba muchísimo. De hecho, murió luchando. Solíamos tener fiestas en la casa con luchadores. Había uno llamadoLes Thornton, y él pensaba que podía ganarle a mi padre, quien le dijo, ‘No creo que seas capaz’, así que todos hicieron a un lado las sillas y mesas para que se enfrentaran.
“Mi padre, que en ese entonces tenía 54 años, lo derrotó. Luego se sentó a mi lado y me dijo, ‘No estuvo mal para un viejo, ¿eh?’. Se levantó y salió por la puerta principal. Unos quince minutos después, mi esposa llegó alarmada: ‘Tu padre está afuera, en el porche, y creo que está teniendo un infarto’. Y falleció… falleció haciendo lo que amaba.
“Ciertamente no me quiero morir, pero estoy haciendo lo que amo. ¿Y qué si lo estoy haciendo en mis setentas? Sé que esto es difícil de entender para muchas personas, pero aún siento que puedo patear traseros. Este amor por la lucha ha estado en mi familia con mi padre, mi hermano y conmigo. Hasta este día, es lo que amo.
“No quiero morir. Lo último que quiero es morirme en un ring con un montón de gente viéndolo. Prefiero morir solo en lo alto de una montaña; no necesito de los fans para eso.
“La lucha es algo muy especial. Es muy diferente a cualquier otra forma de entretenimiento. Me siento bendecido por haber aprendido de mi padre y me siento bendecido por haber convivido con tantos chicos maravillosos a través de los años”.
Sobre luchar con Jerry Lawler:
“Lawler es alguien diferente. Me gusta compartir mi tiempo con gente con la que hice dinero. Me gustaba luchar en el mismo cartel que él, y ahora estaremos haciendo lo que amamos”.
Su gratitud con los aficionados:
“El público es todo en mi vida. Amo a los fans y tengo mucho respeto por ellos. Me han dado todo lo que tengo en la vida. Me dieron mi casa, me dieron mi rancho, el cual ya no tengo. Vendí el maldito rancho, pero no debí haberlo hecho,porque luego subió su valor.
“Son los fans de la lucha los que hicieron eso, y nadie más. Así lo veo. Y más que apreciarlos, los amo. Y tengo todo el tiempo del mundo para ellos. Estaré con ellos hasta la medianoche si quieren; si buscan un autógrafo, les daré uno.
“No sé si puedo patear traseros o no. No sé si pueda levantar mi pie igual de alto, pero apuesto a que sí, porque he estado trabajando duro en ello, y todo lo que pido es volver a hacerlo una vez más”.
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