El 11 de agosto de 1997, millones de fans tuvieron la oportunidad de ver el nacimiento de unas de las facciones más trascendentes en el mundo de la lucha libre profesional: D-Generation X o simplemente conocida como DX.
Son 20 años desde que irrumpieron en la escena de la entonces World Wrestling Federation, haciendo que la lucha libre realmente se convirtiera en un show. En un gran show.
Eran un grupo de rebeldes conformado por Shawn Michaels, Hunter Hearst Hemsley (ahora conocido como Triple H, en referencia a XXX) acompañados por Chyna y brevemente por Rick Rude. se daban a la tarea de desquiciar a la autoridad y hacer las delicias de la gente además de por supuesto, dar un gran espectáculo sobre el ring enfrentándose prácticamente a todo el roster de la empresa y además, coronando sus actuaciones consiguiendo algún campeonato. De hecho, durante la existencia de la facción tanto con sus integrantes originales como los que llegaron después, al formarse el DX Army, fueron campeones en todas las categorías de la empresa.
Y no era para menos. Shawn Michaels ya era un ídolo en ese 1997, y su personalidad quedaba a la perfección para dicha agrupación, mucha gente decía que Michaels hacía lo que quería, así que no le costó mucho trabajo llevar eso al ring, mientras que Triple H y Chyna comenzaban a hacerse de un nombre. Con una gran presencia física y siguiendo a Michaels en sus andadas, hicieron que muchos voltearan a verlos.
No solo se burlaban de la autoridad (en este caso interpretada por el Sgt. Slaughter, todo un héroe americano); no solo era hacer rabiar a Vince McMahonera prácticamente burlarse de la lucha libre, eso si, con estilo y gracia, y para esto DX era genial.
Los segmentos entre luchas donde ellos aparecían se llevaban la noche. Eran divertidos, eran desafiantes, eran una mezcla de verdad con fantasía, pues para muchos, DX no era una interpretación, sino la forma real de ser de sus miembros, quienes además, gustaban de ser el foco de atención.
Eran lo que muchos querían ser: libres, rebeldes y odiados. La lucha libre tiene esa función, darle al aficionado algo en lo que pueda proyectarse y de ahí nace su idolatría. DX eran los rockstars de la empresa y se comportaban como tal sin ningún problema.
Bajo este concepto que tenían, insisto, podían hacer mofa prácticamente de todo y de todos, hasta de la lucha libre, como cuando se enfrentaron por el título europeo en un intento de la autoridad, representada por Slaughter, de enfrentar al grupo y separarlos, sin embargo nada de esto pasó y por el contrario, la gente los encumbró aún más.
¿Y cómo no hacerlo? Si bastó con lo que hicieron Triple H y Shawn Michaels para recordarnos que al final, todo se trataba de lucha libre. Sus rostros, sus gesticulaciones, su forma de trabajar con el público, y el desenlace de la lucha fueron la antesala para lo mejor: las reacciones finales, con un Michaels llorando su derrota y un Triple H haciendo como que dio la lucha más difícil e importante de su carrera. Y la gente lo compró y los encumbró y al final, las carcajadas de ambos sobre el ring mientras Slaughter solo miraba a lo lejos.
Quien hubiese visto sólo el desenlace hubiera pensado que fue una lucha donde se dieron con todo y que ninguno quería perder. El llanto de Michaels habría hecho pensar que fue derrotado por un Triple H que desde la esquina, no podía creer que su esfuerzo se vio recompensado con un título.
Ya viendo toda la lucha, seguro su opinión cambiaría.
Algo similar se intentó en WCW poco más de un año después cuando se enfrentaron Hulk Hogan (Hollywod Hogan en ese momento) y Kevin Nash por el título máximo de la empresa, y que culminó cuando Hogan aplicó el infame “dedo de la muerte” para cubrir a Nash, dejándolo fuera de combate para ser el nuevo campeón. Y después apareció Goldberg, quien una semana antes había perdido su racha invicta ante Kevin Nash, recibiendo una paliza por parte del nWo. Y así, con un Goldberg humillado, terminaba la transmisión.
La diferencia es que aquí la gente odió ese momento y dejaron de ver WCW para siempre,porque en WCW olvidaron que esto es lucha libre, un espectáculo para los aficionados, no una vitrina para el ego de los estrellas.
Hay que admitir que la incursión de DX a la lucha libre marcó un punto de referencia importante a nivel mundial. A la fecha muchos buscan imitar este concepto de los rebeldes ingobernables que pasan por encima de todos, pero que no han podido igualar al original, porque Michaels y Hunter le dieron a la gente lo que quería, de la forma en la que su talento se los permitía y de la manera en la que a la empresa le convenía.
20 años apenas desde que todo esto nació, y aún cuando hubo otros miembros ante la salida de Michaels por lesión, a pesar de que hubo otras reuniones tiempo después, los DX de hace 20 años son los que construyeron el camino.
Habrá quienes no puedan entender la relevancia de esta agrupación y para ellos tengo dos palabras:
SUCK IT!!!…..