La noche de ayer, en UFC 196, Holly Holm fue derrotada por Miesha Tate en la que era su primera defensa al Campeonato Mundial Femenil de Peso Gallo UFC. Es curioso que muchos sitios de lucha hablen de esto como un gran desastre para UFC, recordando las razones por las que Vince McMahon no quiso entrar al negocio de las MMA, en especial su carácter de impredecibles.
Sin embargo, el que sean tan impredecibles es precisamente lo que ha hecho de UFC algo tan grande y que genera ganancias mucho mayores que WWE.
Antes del WWE Network, las ventas de PPV de WWE habían bajado considerablemente, y sólo se acercaban al millón de ventas en WrestleMania, mientras que esos números UFC los conseguía varias veces al año. Desde antes del WWE Network, UFC ya tenía su plataforma OTT, el Fight Pass, en el que se transmiten eventos todas las semanas, pero no los PPVs, que se deben comprar aparte.El negocio de PPV de UFC les reportó el año pasado ganancias por 200 millones de dólares.
Es cierto que UFC hubiera preferido que Chuck Lidell durara más tiempo en la cima, al ser tan popular. Es cierto que para UFChubiera sido mil veces preferible que Brock Lesnar venciera a Caín Velásquez. Sin embargo, en el caso de Ronda Rousey, difícilmente puede hablarse de un desastre por su derrota ante Holm.
Una segunda derrota ante Holm sí sería un desastre y quizá haría que Rousey se retirara, pero ahora se han abierto nuevas posibilidades.
A pesar de la aparente confianza de Rousey, es claro que no se sentía segura para la revancha directa. En la gira de entrevistas por el videojuego de UFC, su equipo de trabajo ha dicho a los reporteros que Rousey dejará la entrevista si le preguntan sobre el tema.
Pero enfrentar a Tate, a quien ha vencido dos veces, seguramente le devolverá esa confianza. Dana White ya ha confirmado que Rousey se reportó “lista para el trabajo” después de la pelea de anoche. Tate vs. Rousey III podría llevarse a cabo en el mes de octubre.
Cuando enfrente a Rousey, el volumen de ventas de PPV superará cualquier número logrado antes por la ahora estrella de cine. De ganar Rousey –y no hay razón para pensar que no lo lograra—tendríamos Rousey vs. Holm II, que podría ser incluso la pelea de MMA más exitosa de todos los tiempos, con números mayweatherescos.
Como diría Triple H, lo mejor para el negocio fue que Miesha Tate destronara a Holly Holm, pues así se abre la posibilidad de dos peleas más de Rousey en vez de sólo una.
En cuanto a Conor McGregor, pues era un mito que tarde o temprano iba a caer. Tuvo suerte de que no lo derrotara Chad Mendes el año pasado —otro que tomó la pelea con dos semanas de antelación. Sin embargo, el irlandés seguirá siendo el Roman Reigns de Dana White y lo veremos estelarizando WrestleManiaUFC 200.
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